La verdad es que era algo que intuía desde hace tiempo. Miraba a los niños y veía que cada vez tienen los ojos más grandes, más abiertos y su mirada es más despierta. Pensé que era por los estímulos audiovisuales a los que están expuestos cada día y no andaba del todo desencaminada…
Ahora, gracias a la neurociencia, tenemos, no solo la constatación de que realmente cada generación supera en inteligencia a la anterior, sino que además la ciencia ha dado un nombre a este fenómeno: se llama Efecto Flynn.
En qué consiste exactamente el Efecto Flynn
Como comenta Alexia de la Morena en su artículo para Madrid Woman’s Week, este efecto consiste en que cada generación tiene un Cociente Intelectual (CI) tres puntos superior al de la generación anterior. Y el por qué es muy sencillo, pero al mismo tiempo revelador.
Se ha descubierto que el uso de la tecnología provoca cambios en nuestro sistema cerebral y una mayor conexión entre las neuronas. De hecho, se ha comprobado que la tecnología produce en los nativos digitales una neuroplasticidad diferente a la que genera en personas de otras generaciones.
El aprendizaje sigue basándose en los elementos de siempre (la atención, el interés, la retención y el recuerdo del ‘momento aprendido’), pero hoy sabemos dos cosas muy interesantes: 1) que en los nativos digitales o millenials (en referencia a la generación a la que pertenecen) esos momentos de atención son más cortos y necesitan complementar la información con un mayor número de recursos visuales y 2) que tienen una atención selectiva y dividida que les permite pasar de un estímulo a otro de forma más sencilla. ¿Esto que implica? Que es una generación mucho más audiovisual que las anteriores y que es capaz de identificar y extraer solo la información relevante, recordando las ideas claves sin incluir más información.
Esto da una pista a las agencias de publicidad y marketing, y en general a los generadores de contenidos, de cómo deberán dirigirse a este target en un futuro muy cercano. Desde luego yo, como Locutora Profesional especializada en Locución Publicitaria, tomo buena nota de ello…
En definitiva, la neurociencia afirma que el uso de las tecnologías digitales no solo nos facilita la vida, sino que también nos genera beneficios cerebrales, puesto que aprender a localizar solo lo realmente importante hace que generemos más ondas alfa relacionadas con la concentración y la relajación, y más ondas beta relacionadas con el interés y la novedad. Aunque, como todo en la vida, el uso excesivo no es tan positivo. También se ha descubierto que es necesaria una pequeña desconexión digital diaria y momentos de relax, para luego ser más productivos y eficientes.
Y tú, ¿haces un buen uso de las nuevas tecnologías o abusas de ellas? ¡Cuéntamelo!
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